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El siniestro del portacontenedores X-PRESS Pearl 

Más del 90 % del comercio mundial, por valor económico, se realiza a través del transporte marítimo, de ahí, su importancia económica; sin embargo, se le ha considerado durante mucho tiempo una actividad compleja y el riesgo asociado tiene impactos en la vida humana, la economía y el medio ambiente. El transporte marítimo y la manipulación de materiales peligrosos «Dangerous Goods» (DG) han aumentado vertiginosamente en las últimas décadas, generando riesgos potenciales de contaminación ambiental marina por accidentes marítimos. El término “Siniestro Marítimo” se define como un incidente marítimo, un evento o una secuencia de eventos que ha resultado en daños a personas (lesiones o pérdida de vidas), daños materiales, pérdidas, abandono del buque, de una flota, de una instalación marina, o la contaminación del ambiente marino. Los siniestros marítimos se pueden clasificar en diferentes categorías, como incendios, explosiones, colisiones, encallamientos, hundimientos, naufragios, fallas mecánicas, mal tiempo y problemas en el casco del buque. Todos tienen efectos devastadores con largos períodos de recuperación en el medio ambiente marino. Causan efectos letales y subletales que amenazan la supervivencia de organismos marinos. Los vertimientos de Sustancias Nocivas y Peligrosas (SNP) exhiben un nivel de letalidad mayor. Las SNP se definen como cualquier sustancia distinta del petróleo que, si se introduce en el medio marino, daña cualquier forma de vida marina y crea peligros para la salud humana. 

El buque de carga general es el tipo de buque más propenso a sufrir accidentes, seguidos por los graneleros, los buques cisterna y los portacontenedores, respectivamente. De hecho, las zonas marítimas alrededor del Reino Unido, Dinamarca, el sudeste asiático, el este de Asia y Singapur se consideran regiones con mayor frecuencia de accidentes marítimos del mundo.  Investigaciones revelan que la mayoría de los errores humanos están relacionados con procedimientos inadecuados (planes de contingencia obsoletos, capacitación inadecuada, preparación laboral inadecuada, ausencia de personal capacitado, otros), o desviación e inadecuado Procedimiento Operativo Estándar (POE). Sin embargo, el POE desarrollados por los marcos regulatorios de diferentes países para el sector marítimo no son seguidos en ciertas ocasiones por los miembros de la tripulación de los buques debido a diversas razones, como la impracticabilidad y la falta de claridad en las directrices. El incendio en el buque MV X-Press Pearl, el 20 de mayo de 2021, es ejemplo letal de un siniestro marítimo influenciado por errores humanos. Se cree que el incendio, explosión e hundimiento del buque fue causado por la mala estiba de un contenedor marítimo cargado con ácido nítrico mal estibado; se culpa en gran medida a la tripulación y a los armadores por su negligencia al respecto. Este siniestro marítimo se considera, actualmente, el peor siniestro marítimo del mundo en lo que respecta al transporte marítimo de productos químicos y plásticos. La destrucción total del cargamento y del buque ha provocado una megacatástrofe medioambiental.  

El Incidente 

El 20 de mayo de 2021, en el mar territorial de Sri Lanka, se produjo un incendio a bordo del buque MV X-Press Pearl. 5 días después se produjo una explosión a bordo, provocando la destrucción masiva del buque. Debido a la explosión, los contenedores de carga resultaron dañados. Debido al incendio, los desechos fueron arrastrados a varios lugares de la línea costera del país, afectando el medio ambiente y la salud de los habitantes. Después de la explosión, los contenedores de carga comenzaron a caer al mar y liberaron diferentes tipos de sustancias, incluidas líquidas y sólidas (SNP). Tanto mercancías líquidas como sólidas se dispersaron el mar. Los materiales solubles en agua se disolvieron y no pudieron identificarse visualmente, convirtiéndose en una tragedia invisible para el ambiente marino. Cuantía de plástico transportado en contenedores marítimos fueron arrojados al mar y desde estos invadían las zonas costeras de Sri Lanka, contaminando más de 800 kilómetros. Los gránulos de plástico
«nurdles/pellets» contaminados por los diversos productos químicos, fragmentos de plástico parcialmente quemado y desechos plásticos agregados debido a la exposición al calor contaminaron las zonas costeras de Sri Lanka, causando grave daño ambiental, perturbaciones socioeconómicas y riesgos para la salud de los habitantes. El alcance total del daño ambiental sigue siendo en gran medida desconocido, aún está oculto bajo el mar; la mayoría de los pellets esparcidos dentro de los espolones nunca serán recuperados debido a las dificultades de su recolección.  

En el momento del incidente, el buque Portacontenedores X-Press Pearl, transportaba 1.486 contenedores marítimos. Llevaba a bordo una cantidad importante de productos químicos y plásticos. Estaba fondeado aproximadamente a 9,5 millas náuticas del puerto de Colombo, justo al lado de la capital de Sri Lanka. Finalmente, el buque naufragó a sólo 850 m de su posición de anclaje original. El X-Press Pearl estaba en su tercer viaje siguiendo la ruta asignada y anteriormente había visitado Colombo dos veces; era un buque nuevo, salió de un astillero chino en 2021; opera como buque alimentador de contenedores y cubría varios puertos, lo que facilitaba el movimiento rápido de la carga. Según los Manifiestos de Embarque (B/L). El buque llevaba todo tipo de carga a bordo, desde carga general, carga refrigerada, materias primas industriales, neumáticos, muebles, chatarra, lingotes de plomo y 7 de las 9 clases de mercancías peligrosas. Las dos categorías de «Dangerous Goods» (DG) que no estuvieron presentes fue explosivos y carga radiactiva. 

 
La Carga 

El grado de daño generado por el siniestro del Portacontenedores X-Press Pearl se determina evaluando la carga a bordo. Compuesta por variedad de polímeros y plásticos, productos químicos, metales, alimentos, equipos eléctricos y electrónicos, y otros artículos que van desde telas hasta productos farmacéuticos. De acuerdo a el Conocimiento de Embarque (B/L), el X-Press Pearl llevaba 1.487 contenedores a bordo; 699 contenedores fueron estibados en cubierta y 788 (509 contenedores de 20 pies y 279 contenedores de 40 pies) almacenados en bodegas (bajo cubierta). La carga dentro de los contenedores, en su mayoría eran mercancías inflamables y tenían propensión a impactar negativamente el medio ambiente (no hay claridad con los contenidos declarados como productos químicos en los B/Ls). A bordo se encontraba una carga de 9.700 Toneladas Métricas (TM) de resina epoxi almacenada en 349 contenedores; estos fueron colocados en cubierta (Bahía 05 y Bahía 07) y es probable que hayan sido consumidos por las llamas.  

La evaluación detallada de la carga identificó polímeros, productos químicos, metales, desechos electrónicos, alimentos, resinas epoxi líquidas, aceite para engranajes, líquido de frenos, baterías de plomo, cobre y litio. Algunas partes detalladas de los B/L indicó que, aunque cierta carga, en cantidad significativa, se clasificó como artículos personales, el contenido eran artículos eléctricos y electrónicos. La comunicación inicial realizada con la carga no reflejó esto. En consecuencia, se les identificó como SNP a bordo, ya que los equipos eléctricos y electrónicos tienen la capacidad, a largo plazo, de contaminar las fuentes de agua con contaminantes de metales pesados. Aparte de la carga en sí, el Portacontenedores X-Press Pearl contenía 700 TM de fueloil pesado y 50 TM de combustible diésel marino para uso en los motores del buque. También, llevaba una cantidad significativa de aceites lubricantes y de lodos de combustible, que proporcionaron una fuente de combustión y contaminación continua al ambiente marino. De igual manera, en cubierta, se encuentra estibado un contenedor de 20 pies con 25 TM de ácido nítrico; muy cerca a este, se encuentra un contenedor cargado de baterías de iones de litio. El litio tiene la capacidad de incendiarse. Si una batería entra en contacto con ácido nítrico, se producirá lixiviación y el litio lixiviado se incendia fácilmente; las baterías de iones de litio pueden incendiarse rápidamente y, una vez encendidas, es muy difícil extinguir el incendio. Incluso si se logra extinguir inicialmente, el fuego podría volver a encenderse una vez finalizada la extinción/enfriamiento. Es muy probable que este sea el primer caso a nivel mundial en el que un envío completo de baterías se pierde por incendio y naufragio. 

Los Hechos 

El incendio a bordo, que finalmente provocó el naufragio del Portacontenedores X-Press Pearl, se atribuyó a un sólo contenedor con carga peligrosa «Dangerous Goods» (DG), principalmente ácido nítrico. Múltiples evidencias claramente indican que esta afirmación es exacta. De los 1.486 contenedores, 512 debían descargarse en el puerto de Colombo. De ellos, 22 contenedores eran carga DG. La International Tanker Owners Pollution Federation Limited (ITOPF) afirmó que el incendio inicial ocurrió en la Bodega de Carga No. 2, Bahía 11 en la posición 110582. Esto corresponde a la posición de estiba de un contenedor de 20 pies cargado con ácido nítrico. El contenedor con el ácido nítrico de 25 TM había sido transferido en el puerto de Jebel Ali. Al zarpar de Jabel Ali, se le detectó una fuga. La observación inicial se registró el 10 de mayo. Según los registros del buque del 12 de mayo, se ha producido una fuerte corrosión, en el borde de la tapa de la escotilla, dentro de las 12 horas posteriores a su embarque.  

Sin embargo, el buque no regresó a Jebel Ali para descargar el contenedor con fugas. En cambio, continuo tránsito a Hamadi, un puerto en Qatar. Debido a las limitadas instalaciones en Hamadi, no se le permitió atraque al X-Press Pearl, en consecuencia, la descarga del contenedor con fuga. Se le indica al buque alejarse de ese puerto. Se suponía que el X-Press Pearl regresaría a Jebel Ali, donde se le cargó el contenedor con fugas, pero por razones desconocidas, tampoco se le permitió al el X-Press Pearl atracar de nuevo, y sólo se le permitió tránsito a Hazira, un puerto (terminal de gas natural licuado) en el noroeste de la India en el que estaba previsto el siguiente puerto de escala. También en Hazira el contenedor con fugas no fue descargado por las mismas razones que Hamadi. La negativa de Hamadi a descargar el contenedor se debió a que solo manejan la entrega directa del contenedor. Al parecer, por consideraciones de costos, X-Press Pearl decidió no hacer una segunda llamada a Jabel Ali sino continuar hacia Hazira, donde se le permite atraque.  

Un comentario grabado en el puerto de Hazira dice que la fuga es “masiva” y por tanto difícil de tratar allí. Sin embargo, por el contrario, el Capitán del X-Press Pearl, Tyutkalo Vitali, informa, desde el puerto de Hazira, que no ha observado ninguna fuga en el contenedor y que es por eso que no lo informó a las autoridades de Sri Lanka mientras se acercaba a Colombo. Sin embargo, si hubo una fuga en el momento de zarpar de Hazira, se haya observado o no, la situación se agravó por el hecho de que el buque se vio afectado por el mal tiempo, que prevaleció, en tránsito a Colombo. Como resultado, el Portacontenedores X-Press Pearl, se retrasó un día para entrar en aguas de Sri Lanka. En consecuencia, el buque, al hacer escala en Colombo, no solicita permiso directo para atracar, tampoco comunicó a las autoridades portuarias de Sri Lanka que había un problema a bordo. Las pruebas indican que el agente naviero estaba al tanto de la situación, más no llamó la atención, ni solicitó apoyo a las autoridades portuarias (no lo informó vía e-mail). El X-Press Pearl, arriba a última hora de la noche del 19 de mayo (a las 23:48 horas; dos días después del día estimado), no solicita atraque prioritario al detectar la emergencia, por el contrario, opta por esperar el atraque normal a su llegada, anclando frente a Colombo, a 9,5 millas náuticas (18 km) del puerto. 

Varias declaraciones y registros hechos por el capitán del buque y otros oficiales indican con claridad que había cierta conciencia del problema desde que partieron de Jebel Ali. Lo que parece es que no comprendieron a plenitud el peligro potencial que entrañaba. Se había estimado que la fuga era de alrededor de 1 litro por hora y así se había comunicado a su oficina central en Singapur. La oficina de Singapur, a su vez, no informó qué medidas se debían tomar. Efectivamente, la fuga continuó durante más de 10 días. En la investigación, la tripulación no fue interrogada sobre el cumplimiento del Código CTU (que trata sobre la seguridad de mercancías peligrosas en contenedores marítimos), aunque este no es un procedimiento estándar, el incumplimiento en el transporte de mercancías peligrosas (DG) y restringidas (SNP) se ha identificado, en la actualidad, como la principal causa de los principales incendios a bordo de ellos buques mercantes. 

El contenedor cargado con ácido nítrico fue embarcado en el puerto de Jebel Ali, y llegó allí desde Irán en el buque Ronika. De hecho, el buque Ronika transportaba dos contenedores marítimos cargados con ácido nítrico con destino a Malasia y deberían haber sido cargados en el X-Press Pearl. Sin embargo, uno de los contenedores, mientras estaba en el puerto Jebel Ali, evidenció signos de fuga y el puerto había dispuesto que ese contenedor fuera reestibado (recargado) en otro contenedor marítimo. Sin embargo, el contenedor reestibado no llegó a X-Press Pearl. Se detectó que el contenedor que estaba cargado en el X-Press Pearl también tenía fuga sólo después de que el X-Press Pearl había zarpado del puerto de Jabel Ali. En consecuencia, las 25 TM de ácido nítrico del contenedor que evidenció fugas fueron cargadas en 18 contenedores rígidos intermedios para graneles conocidos como «Intermediate Bulk Containers» (IBC) y estibados en un nuevo contenedor marítimo de 20 pies. Según las pruebas aportadas por el capitán del buque, en tránsito, se evidenció movimiento de carga dentro del nuevo contenedor, lo que significa que al parecer se presentó una falla grave en la sujeción, trincaje y anclaje de los IBC que transportaban el ácido nítrico. Los IBC que contienen la «Dangerous Goods» DG requieren pautas estrictas de almacenamiento, transporte y seguridad. Si había evidencia de que un contenedor marítimo mostraba signos de fuga, el sentido común sugiere que el otro contenedor también debería haber sido examinado antes de embarcarlo en el X-Press Pearl. Legalmente, la responsabilidad de aceptar y garantizar el almacenamiento seguro de la carga a bordo de un buque recae en el Primer Oficial del mismo, pero cuán práctico es eso en el comercio global de contenedores, donde la mayoría de las veces se manipulan miles de estos en cuestión de pocas horas, sin la posibilidad de reexaminar/verificar la sujeción y trincaje, dada la presión la logística de la filosofía Justo a Tiempo en la cadena global de suministro de contenedores marítimo. Importante tema a tener en cuenta por las autoridades pertinentes del comercio marítimo mundial.  

Casi inmediatamente después de fondear aguas de Sri Lanka, frente a Colombo, el Portacontenedores X-Press Pearl despliega su sistema fijo de extinción de incendios (basado en CO2) ante el potencial incendio en la bodega de carga No. 2. La activación se debió a una alarma de incendio que emanaba de la bodega No.2. Esto fue comunicado a la Autoridad Portuaria de Colombo, indicando que el incendio se había extinguido con éxito.  Después de un tiempo, las alarmas automáticas contra incendios se activaron nuevamente y el buque decidió liberar todos los sistemas de protección contra incendios de carga basados en CO2 restantes, agotándolos todos a la vez. De acuerdo al Plano de Estiba «stowage plan», el lugar particular donde se estibó el contenedor con fugas pudo haber causado que el potente material filtrado, al haber sido diluido por el agua lluvia, haya erosionado la tapa de la escotilla y su empaque (sello), y filtrarse a través de la escotilla hacia la bodega de carga de bajo cubierta. De igual manera, como el contenedor estaba colocado cerca de una abertura de escotilla, permitió que la fuga de ácido atravesara la abertura y entrara en la bodega de carga. Una fuga de ácido nítrico puede corroer sin restricciones los cierres de goma de los contenedores de la bodega de carga (construidos sólo para ser impermeables y no a prueba de ácidos) y entrar en contacto con la variedad de productos químicos y demás materiales alojados dentro de la bodega de carga que, en última instancia, podrían haber terminado envueltos en fuego y explosión. 

La comunicación inicial de ITOPF que cubre el incidente revela que el incendio se observó por primera vez en la bodega de carga No 2, bahía 11, posición 110582, lo que señala directamente al contenedor cargado con ácido nítrico. Existe una duda sobre la identificación del fuego y el humo. El ácido nítrico por sí solo no puede incendiarse, ya que es sólo una sustancia química oxidante fuerte y, para que se inicie un incendio, debe entrar en contacto con una sustancia orgánica. De hecho, el inicio del incendio se atribuye principalmente a la fuga de ácido nítrico en el contenedor; el ácido nítrico por sí solo no es combustible, no provoca fuego ni explosión al entrar en contacto con una fuente de ignición, pero tiene predisposición a reaccionar exotérmicamente tanto con compuestos orgánicos como con no metales y, por tanto, pudo reaccionar con los componentes de la carga circundante lo que condujeron al inicio del incendio.  

De las declaraciones dadas en la investigación se evidencia que durante algunos días se estaba gestando un problema a bordo. La tripulación había informado de humo anaranjado que emanaba del contenedor durante casi 10 días. Sin embargo, la evaluación fue que solo emana un olor químico y que no hay evidencia de incendio. Se notó olor a productos químicos en forma de vapores, aunque esto no se reconoció como un problema ya que no había humo. Parece que ha habido lagunas importantes en la comprensión de las consecuencias de los vertimientos químicos. Hay informes de que la tripulación utilizó aserrín en un intento de evitar la propagación del derrame. Con el deterioro de las condiciones climáticas y las reacciones exotérmicas, el incendio comenzó a intensificarse. Había un claro peligro de explosiones debido a la presencia de diversas cargas peligrosas.  

La noche del 25 de mayo, una gran explosión sacudió el Portacontenedores X-Press, un marinero resultó herido y requirió hospitalización. Sólo entonces se llevó a cabo la evacuación del buque. Esta es una fuerte señal de toma de decisiones incorrectas y de una cultura de seguridad deficiente, lo que lleva a acciones que pueden provocar una posible pérdida de vidas humanas. Después de la primera explosión, incluso los remolcadores de extinción de incendios tuvieron que alejarse del buque, reduciendo así su eficacia, antes de tener que retirarse por completo del buque en llamas. Según se informa, posteriormente se produjeron más explosiones en el buque. 

Los contenedores adyacentes a la carga de ácido nítrico contenían resina epoxi y polietileno de alta densidad, acetato de vinilo, metanol y baterías de iones de litio. Todos son propensos a explosiones e incendios, creando así un entorno adecuado para el desastre cuando entraron en contacto con la fuga de ácido nítrico. La combustión de la resina epoxi produjo un impactante daño ambiental al liberar gases contaminantes al aire y liberar al agua resina epoxi parcialmente quemada. Y debido a la naturaleza apretada de la carga, así como a los efectos mismos de la extinción de incendios debido a la adición de agua a estos componentes altamente reactivos, la explosión se intensificó. El incendio alcanzó la temperatura de fusión del acero del casco del buque; gran sección del casco delantero se liberó y a las pocas horas el buque se hundió hasta el fondo del mar. El hundimiento del X-Press Pearl generó la liberación total de su carga restante al mar, lo que provocó daños por contaminación incontrolados y no cuantificados al medio ambiente marino. 

Desastre Ambiental 

Aparte de la carga que se desprendió durante la explosión y cayó por la borda del X-Press Pearl, toda la carga que estaba en cubierta estuvo sujeta al incendio. Casi todos los contenedores estibados en cubierta fueron arrastrados por la borda. Se llevó a cabo un estudio de imágenes antes de la operación de retirada de escombros y salvamento, así como un estudio con sonar de barrido lateral y el empleó un vehículo operado a distancia (ROV) con cámara. El proceso de identificación reveló gran volumen de escombros alrededor del X-Press Pearl en un radio de 1 km. Junto con la carga que cayó directamente por la borda y contaminó el mar, la carga dentro del buque también se filtró al agua circundante cuando el buque se hundió. 

Durante el tiempo que el X-Press Pearl estuvo a flote y en llamas, el agua que se acumuló en los niveles inferiores (debido a la extinción de incendios y a las fugas de agua de mar por daños en el casco) se mezcló con los productos químicos almacenados, creando un cóctel tóxico. Con el desafortunado descenso del buque al agua, esta mezcla, que transportaba sustancias químicas nocivas para el medio ambiente marino, incluidas sustancias orgánicas bioacumuladas, fue liberada al océano. Además de la mezcla química tóxica, se vio evidencia de otros materiales químicos en la bodega de carga (NaOH, 1.100 TM) que se liberaron al océano; el NaOH al agua es exotérmica y eleva la temperatura del agua, causa daños a la vida marina (quemaduras químicas). Las tortugas marinas, al tener una mayor sensibilidad a los cambios de temperatura, son afectadas en mayor grado.  

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que transportaba el X-Press Pearl lixiviarán metales pesados como cadmio, cromo, plomo, mercurio, níquel, óxido molíbdico y talio, en las aguas circundantes al naufragio. De igual manera, la lixiviación de compuestos como urea, fertilizantes y alimentos en el océano aceleran la proliferación de algas tóxicas, desequilibrando el ecosistema y alimentando la bioacumulación de sustancias químicas tóxicas. Cuando el buque se hundió, también se liberaron al agua gran variedad de otras sustancias químicas, incluidas sustancias químicas orgánicas e inorgánicas no definidas SNP en productos de perfumería y pintura del casco del buque. Estos metales pesados y otras sustancias químicas derramadas causan daños a largo plazo tanto a la vida marina como a la salud humana a través de la bioacumulación y bioconcentración que se produce a lo largo de la cadena alimentaria. 

Los plásticos que se quemaron durante el incendio liberaron contaminantes orgánicos complejos como BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno, p-xileno), ftalatos e hidrocarburos poliaromáticos en el agua del mar. Aquellos que no ardieron completamente dentro del fuego fueron desalojados y cayeron al océano o se hundieron con el buque. Los nudillos de plástico se convirtieron en una especie de identificador destacado del siniestro del X-Press Pearl, ya que fue uno de los primeros signos visibles de la catástrofe ecológica en aguas territoriales de Sri Lanka. La playa de Sarakkuwa fue la más afectada por el arrastre a la costa de plástico quemado y sin quemar. Esta quema incompleta de plásticos (especialmente PVC) libera diversos humos nocivos, incluidas las dibenzoparadioxinas policloradas y los dibenzofuranos policlorados cuando se los somete a incendios abiertos incontrolados. Estas dioxinas y furanos se encuentran entre algunos de los contaminantes más dañinos y persistentes jamás creados. La columna de humo generada por el incendio se dirigió directamente hacia la costa, debido a las condiciones climáticas reinantes. Por tanto, los contaminantes se encuentran básicamente dispersos y asentados dentro de la isla de Sri Lanka. La columna de humo debería haber tenido muchos otros gases y componentes tóxicos como NO2, NO, PH3, CO, NH3, COV, otros, así como Material Particulado. 

Se descubrió un contenedor cargado gránulos de plástico «nurdles/pellets» en Galle, a unos 100 kilómetros del lugar del naufragio. Los gránulos de plástico actúan como vectores de elementos potencialmente tóxicos; provocan que la vida marina los ingiera, confundiendo con plancton, se acumulan a lo largo de la cadena alimentaria. Esto se evidenció en las muestras de peces analizadas por la División de Recursos Biológicos Marinos de NARA, inmediatamente después del siniestro. De igual manera, se encontró litio encontrado en branquias de muestras de peces que fueron analizadas justo después del siniestro (efectos potenciales de la bioacumulación de litio). También, se ha encontrado cadáveres de tortugas marinas en las playas con trozos de plástico y restos de plástico quemados ingeridos por la boca.  

Adicional a la carga del X-Press Pearl, el propio naufragio actúa como contaminante, debido a la degradación de su estructura. Las pinturas y los agentes de tratamiento de superficies, así como los metales corroídos y dañados por el calor del buque, aumentarán la contaminación de las aguas circundantes. En el siniestro, más de 8.000 toneladas de productos químicos, 11.000 toneladas de plásticos, 3.000 toneladas de metales y 5.000 toneladas de otras cargas fueron consumidas en el fuego, arrojadas por la borda y arrastradas a la costa, disueltas en el océano o yacen muy por debajo en el fondo del mar. El combustible búnker del X-Press Pearl era un fueloil intermedio (IFO380) que es una combinación de 95% HFO y 5% de gasolina. Aunque el IFO tiene una baja inclinación a quemarse, la evaporación del componente de gasolina aumenta su densidad y viscosidad, creando una persistencia mucho mayor del IFO en el agua tras el derrame. Esta preocupación se hizo realidad cuando el 8 de junio, 6 días después del naufragio del X-Press Pearl se observó una marea negra de 3,23 km de larga. El 14 de junio, la mancha de petróleo se extendió a 4,3 km y continuó extendiéndose en área y distancia ayudado por la turbulencia de las olas del océano. 

Las mercancías peligrosas «Dangerous Goods» que transportaba el X-Press Pearl, como ácido nítrico, sosa cáustica sólida, solución de metóxido de sodio, cosméticos, metanol y acetato de vinilo, una vez mezclados con agua de mar, provocan reacciones que podrían alterar el nivel de pH del agua de mar, provocando la muerte de la fauna marina. De igual manera, el uso extendido de espumas químicas contra incendios también aumentó la carga de liberación de sustancias químicas en el medio ambiente. Durante el incendio se observó uso de polvos químicos secos por parte de helicópteros que colaboraron en extinguirlo… La recuperación de los restos del naufragio comenzó después de más de 6 meses desde el incidente del hundimiento. 

Conclusiones 

El desastre de X-Press Pearl representa el accidente marítimo de naturaleza única que ha provocado la mayor contaminación marítima del mundo con este tipo de mercancías «Dangerous Goods». De los 1.486 contenedores abordo X-Press Pearl, 691 se estibaron en cubierta (sobre cubierta) y 796 bajo cubierta, estos últimos se perdieron por completo cuando el buque se hundió. En cubierta, el fuego se extendió en su totalidad, mientras que bajo cubierta no se vio afectada directamente por el fuego. 

Un contenedor cargado con 25 TM de ácido nítrico, con fugas parece ser el que inició el siniestro; la fuga ya era de conocimiento por parte del capitán del buque, pero el X-Press Pearl continuó navegando sin tomar medidas adecuadas para solucionar el problema, subestimado gravemente la magnitud del peligro potencial y demás peligros asociados. ¿Sucedió esto debido a la falta de énfasis en los riesgos asociados con las mercancías peligrosas «Dangerous Goods en los buques portacontenedores o de carga general, a diferencia de los buques cisterna de petróleo o gas o los quimiqueros? Para estos últimos buques la formación específica es obligatoria.  

Una simple negligencia en el manejo de la carga ha provocado un desastre marítimo con consecuencias ecológicas durante muchas décadas, por venir. La dificultad de hacer cumplir cada reglamento o código de procedimiento de la OMI (IMDG, CTU, otros) con respecto a cada carga es una tarea prácticamente difícil. Tal acción será casi imposible considerando los enormes volúmenes de carga y envíos que se manejan globalmente hoy en día. Se deberían utilizar mayores controles aleatorios y sanciones más severas para reducir el elevado número de incumplimientos relacionados con el transporte de mercancías peligrosas «Dangerous Goods» 

El X-Press Pearl había sido diseñado como un buque portacontenedores ordinario y no tenía sistemas o procedimientos especializados de extinción de incendios que normalmente se necesitan para manejar los riesgos que plantea un gran envío de carga peligrosa. Por el contrario, los petroleros y otros buques especializados que transportan cargas inflamables y explosivas cuentan con amplios sistemas de extinción de incendios, como monitores de incendios (cañones de agua), sistemas de lluvia, sistemas de rociadores, mangueras contra incendios (en lugares estratégicos), agua nebulizada y gas inerte. Sistemas fijos contra incendios. Además, estos buques están diseñados con suficiente espacio y disposición para dirigir rápidamente los sistemas de extinción de incendios al epicentro de los compartimentos de carga o tanques peligrosos. Los miembros de la tripulación de estos buques también poseen suficiente formación y conciencia de riesgos para afrontar situaciones de emergencia relevantes. Los reguladores marítimos internacionales deben examinar de cerca el incidente del X-Press Pearl en los que se utilizó un portacontenedores ordinario para transportar grandes volúmenes de mercancías peligrosas sin suficientes barreras de seguridad, como equipo de emergencia, diseño de distribución, tripulación capacitada o cultura de seguridad para igualar el panorama de riesgo real. 

Dos puertos, Hamad en Qatar y Hazira en India, se negaron autorizar el atraque cuando el capitán del X-Press Pearl lo solicitó. La razón fue la falta de instalaciones para procesar cargas peligrosas. Parecía más bien que las autoridades portuarias pertinentes no querían involucrarse en trabajos adicionales que no están obligados a realizar (o del que no son responsables). Se puede interpretar esto como un acto irresponsable por parte de estas autoridades. Al respecto, la OMI debería garantizar, en el futuro, que las autoridades portuarias de todo el mundo ser más responsables de dar respuestas positivas a solicitudes que impliquen carga peligrosa «Dangerous Goods».  

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El siniestro del puente de Baltimore y su impacto en el mundo de los seguros

El buque portacontenedores Dalí, gestionado por Synergy Marine Group de propiedad de Grace Ocean Private Ltd., ambas con sede en Singapur, y que transportaba cargamento del gigante naviero danés Maersk, que saliendo del puerto con destino a Sri Lanka colisionó contra una de las columnas de soporte del puente Francis Scott Key, a primeras horas de la mañana del martes 26 de marzo de 2024, provocando que la estructura de 47 años colapsará en el río Patapsco, haciendo que el buque encallará de popa por el peso de esta sobre la cubierta. El puente vehicular es pieza crítica de infraestructura para la región, abarca la entrada al Puerto de Baltimore, puerto con mayor actividad para las exportaciones de automóviles y el noveno más activo en los EE. UU. La característica que define al puerto es su capacidad para manejar importaciones de automóviles y camiones. Baltimore es responsable de una mayor proporción de las importaciones de vehículos que cualquier otro puerto de Estados Unidos, lo que significa que cualquier interrupción genera riesgos para los fabricantes y vendedores de automóviles. De igual manera, el puente también se considera ruta vital para el transporte de mercancías peligrosas, dado que las otras vías en el área son túneles, en los que no se pueden movilizar este tipo de materiales.

Si bien las colisiones de buque con puentes son anormales, las colisiones de buques con infraestructura portuaria, como muros, muelles y esclusas, es la cuarta causa más frecuente de accidentes marítimos durante la última década, con casi 2.000 informes de este tipo de colisiones durante ese tiempo. Durante la última década, ha habido sólo 30 pérdidas totales por incidentes en los que embarcaciones chocaron entre sí, y sólo cuatro por incidentes en los que una embarcación colisionó con la infraestructura portuaria. En total, estos representan sólo el 4 % de los 807 buques siniestrados entre 2013 y finales de 2022. A medida que los buques crecen, los valores en riesgo aumentan; los incidentes que involucran a portacontenedores y buques de carga rodante (Ro-Ro) han resultado en pérdidas desproporcionadamente altas.

 

En lo que respecta al mundo de los seguros, se espera que el mercado de reaseguros (contrato de seguro mediante el cual una compañía aseguradora (cedente) pasa a ser asegurado de otra entidad aseguradora (reaseguradora), es decir, distribuye los riesgos y limita las responsabilidades que habría que asumir en caso de siniestro, cubriendo parcial o totalmente su costo) se lleve la peor parte de las pérdidas por el colapso del puente Francis Scott Key en la ciudad estadounidense de Baltimore después de que el portacontenedores Dalí colisionara una de las columnas de soporte, lo que se sumará a los crecientes desafíos de disponibilidad de reaseguro. Pero, dado que el mercado anticipa lo que podría ser la mayor pérdida de seguros marítimos desde el Costa Concordia, el 13 de enero de 2012, se espera que las derivaciones fluyan hacia el capital de reaseguro centrado en las líneas especializadas y potencialmente también hacia la retrocesión (contrato de reaseguro concertado entre dos compañías reaseguradoras, mediante el cual uno de ellos –retrocedente– cede al otro –retrocesionario– o reasegurador) parte de los riesgos que previamente tiene aceptados en reaseguro).

 

De hecho, la cobertura de responsabilidad para la mayoría de los buques cargueros, en este caso portacontenedores, se proporciona a través de aseguradoras de protección e indemnización conocidas como P&I Clubs. El segmento P&I está dominado por los miembros del Grupo Internacional de Clubes P&I (Grupo Internacional), que en conjunto aseguran aproximadamente el 90 % del tonelaje del transporte marítimo global de mercancías. Como parte de los acuerdos de agrupación del Grupo International, los clubes miembros se reaseguran mutuamente compartiendo reclamaciones superiores a 10 millones de dólares. Además, el grupo compra cobertura de reaseguro general de exceso de pérdidas hasta 3100 millones de dólares en el mercado abierto. De hecho, el portacontenedores Dalí está asegurado por uno de los grupos que hacen parte del grupo internacional de P&I Clubs, aseguradores que cubren a los armadores, operadores y fletadores de buques por responsabilidades con límites de miles de millones de dólares, a través de una solución de seguros compleja y de múltiples niveles distribuida en Londres, Bermudas y en el resto del mundo. Los reaseguradores que participan en el grupo P&I asumirán la mayor parte de las pérdidas aseguradas de este siniestro. Los P&I Clubs ofrecen seguros de responsabilidad civil para buques, que cubren daños y siniestros marítimos ambientales. La pérdida colectiva de P&I podría ser importante, aunque compartida entre más de 80 reaseguradores participantes, incluidos más de 20 de los 25 principales. Los clubes de P&I tienen 3000 millones de dólares de cobertura de reaseguro que superan los 100 millones de dólares.

En consecuencia, el colapso del puente de Baltimore podría afectar múltiples pólizas de seguro dadas las complejidades del seguro marítimo y la cantidad de partes involucradas. Cobertura bajo pólizas de seguro de propiedad. También es probable que se active, ya que se entiende que el puente en sí estaba asegurado. Además, la póliza de seguro de propiedad del Puerto de Baltimore podría incluir una cobertura por interrupción del negocio que protegería al propietario contra pérdidas financieras derivadas de la disminución del tráfico marítimo. En términos de seguro marítimo, la primera consideración es si el propio buque sufrió daños cuando colisionó contra uno de los soportes del puente o durante futuras operaciones de salvamento necesarias para limpiar los escombros. Además, la póliza de seguro de propiedad del Puerto de Baltimore podría incluir una cobertura por interrupción del negocio que protegería al propietario contra pérdidas financieras derivadas de la disminución del tráfico marítimo. La póliza de seguro de casco y maquinaria del buque cubriría dichos daños. Los informes iniciales indican que el Dalí sufrió daños muy limitados. Los buques portacontenedores del tamaño del Dalí normalmente tienen límites de seguro en el rango de 100 a 150 millones de dólares, y el límite superior se aplicaría a una pérdida total, lo que es poco probable en este caso. La póliza de seguro también cubriría el coste de las operaciones de salvamento del buque.

 

Por tanto, se espera que las pérdidas de P&I sean manejadas por un acuerdo de responsabilidad común que sirve a la industria naviera global. Los 12 miembros del Grupo Internacional de Clubes de Protección e Indemnización (P&I) aseguran colectivamente alrededor del 90% de los buques marítimos del mundo. Este grupo desempeñará el papel más importante en la cobertura de riesgos de responsabilidad marítima, incluidos los riesgos de terceros por daños a la carga durante el tránsito. Es probable que el reaseguro para este grupo de clubes de P&I sea el que más repunte.

 

Si bien el costo total del colapso del puente Francis Scott Key y los reclamos asociados aún no están claros, es probable que ascienda a miles de millones de dólares, muy por encima del límite de 100 millones de dólares para el contrato, lo que sería una pérdida en la industria del mercado marítimo que llevará algún tiempo en analizar; los reclamos, de igual manera, podrían tardar un tiempo en salir a la luz, a medida que salgan a la luz las ramificaciones del accidente y su efecto en el transporte marítimo global. El costo de los daños al buque portacontenedores Dalí es uno de los componentes, pero es probable que la destrucción y reconstrucción del puente Francis Scott Key sea aún más costosa. Por tanto, el reclamo probablemente involucrará a varias aseguradoras, reaseguradoras, subrogaciones y cuestiones legales, lo que servirá para aumentar los crecientes desafíos en la disponibilidad de reaseguros. Sin duda, es un evento que podría afectar el interés de las reaseguradoras, siempre y cuando el impacto de la interrupción del negocio es significativo y puede reclamarse. Esto, podría generar una pérdida mayor para el capital de reaseguro que respalda a las aseguradoras expuestas. La importancia que esto podría tener también estará determinada por los términos vigentes en la red de políticas involucradas, lo que hace que sea un incidente complejo para derivar cualquier tipo de pérdida. Dado que se espera que la mayor parte de los costos recaiga en la industria de reaseguros, significa que existe la posibilidad de que algunos fluyan hacia acuerdos de retrocesión.

 

Además, los acuerdos de cuota compartida pueden en última instancia tomar una parte y eso podría incluir algunos de los “Sidecars” (instrumentos de cobertura aseguradora diseñados específicamente para proteger el balance de la compañía patrocinadora a través del capital proporcionado por sus inversores, sin resultar una amenaza para los accionistas corporativos existentes en la empresa) de reaseguro colateralizados de las principales reaseguradoras que incluyen cobertura para algunas líneas de negocios especializadas. De igual manera, existen en la actualidad algunas líneas especializadas y centradas en estrategias de valores vinculados a seguros (Insurance Linked Securities, ILS), que podrían asumir cierta exposición; sin embargo, el Grupo Internacional de P&I Clubs ha informado que esto sería menor dado que la mayor parte de esta pérdida parece recaer en reaseguradoras que probablemente retendrán una proporción muy significativa. En consecuencia, la rentabilidad de los valores vinculados a seguros como ILS depende de lo que ocurra en el mundo “natural” y no en el mundo empresarial. Por eso, sus resultados no guardan correlación con los de las clases de activos tradicionales, cuya rentabilidad está más íntimamente ligada a la fortaleza o debilidad de la economía, los buenos o malos resultados de las empresas o los factores geopolíticos. Así, y en última instancia, se anticiparía que cualquier impacto en el mercado de ILS debido a esta pérdida se produciría en el lado retro y Sidecar.

 

De otro lado, los operadores de los puertos y terminales marítimos a menudo, pero no siempre, aseguran su posible pérdida de ingresos mediante seguros de interrupción del negocio. Este tipo de seguro no es de ninguna manera obligatorio y la decisión de adquirirlo tiende a estar impulsada por el riesgo que conlleva la actividad del puerto o de las partes interesadas, como los bancos y/o los inversores, que exigen que los puertos marítimos protejan sus ingresos en caso de una catástrofe como la provocada por el portacontenedores Dalí el martes 26 de marzo de 2024.

 

Respecto al Seguro Estándar o de interrupción del negocio, para un puerto marítimo, este tipo de seguro lo protege contra la pérdida de ingresos después de un accidente que dañe la propiedad del asegurado o la propiedad arrendada, con el elemento deducible basado en el tiempo en lugar de un valor monetario establecido (generalmente siete o 14 días, pero potencialmente más alto en un incidente de catástrofe natural.) Establecer la cuantía de un reclamo puede ser un desafío importante en un evento de interrupción del negocio ya que, en lugar de pagar una cantidad fija por día o el ingreso total declarado de manera prorrateada por el tiempo afectado, cualquier reclamo está sujeto a escrutinio forense, por lo que los operadores portuarios, proveedores y otros terceros involucrados deberán mantener registros precisos de sus pérdidas financieras para establecer la interrupción del negocio y trabajar en estrecha colaboración con sus bróker y aseguradores. Y por supuesto, que los clubes P&I ajustarán los niveles de primas. Este ajuste se considera necesario para que mantengan resultados de suscripción equilibrados en medio del actual clima económico inflacionario y la posibilidad de enfrentar un año más desafiante en el futuro.

 

De hecho, si el puente Francis Scott Key de la ciudad estadounidense de Baltimore fuera propiedad de la Autoridad Portuaria o del operador de la terminal, esta cobertura probablemente no se activaría. En cuanto al segundo seguro de interrupción del negocio, menos común, cuya función es proteger contra el bloqueo del puerto o la Denegación de Acceso al puerto, ya que efectivamente los buques no pueden atracar en los muelles si el bloqueo está directamente en, adyacente a o desde un obstáculo a 500 millas de distancia. Si bien, no sabe el tiempo que permanecerá el bloqueo, y probablemente se trate de una pregunta de millones de dólares, por hora, este puede ser el mayor ejemplo de bloqueo portuario visto por el mercado de seguros en los últimos años. De hecho, el portacontenedores Ever Given que bloqueó el Canal de Suez el 23 de marzo de 2021. El bloqueo real duró poco más de seis días, pero el bloqueo del comercio mundial y la pérdida de ingresos por día pusieron a la industria naviera mundial y a los expertos en salvamento en alerta, a la expectativa. Como era de esperar, los puertos del Mar Rojo y el Mediterráneo permanecieron en alerta máxima, temiendo los efectos sobre el comercio si el Canal de Suez se bloqueaba a largo plazo. Es probable que los operadores portuarios de Baltimore estén, actualmente, contemplando las mismas preocupaciones.

 

Los factores secundarios y los niveles de cobertura por interrupción del negocio pueden incluir un seguro para proteger el mayor costo de trabajo de los operadores  o ICOW (pólizas que solo cubren los gastos adicionales en los que incurre para mantener los ingresos, pero no pagan ninguno de los costos continuos relacionados con el personal o las instalaciones que han sido dañadas), donde los operadores pueden gastar un dólar para ahorrar un dólar de ingresos o un aumento adicional del costo de trabajo o AICOW (póliza que cubre los costos adicionales que no pueden estar directamente relacionados con el mantenimiento de su facturación), donde los operadores pueden gastar más que la pérdida de ingresos si permite a los operadores mantener sus operaciones comerciales para evitar daños a largo plazo a las operaciones y los ingresos portuarios.

Por tanto, es probable que la colisión del buque portacontenedores Dalí contra una de las columnas de soporte del puente Francis Scott Key, sea la mayor reclamación de seguros marítimos de la historia del transporte marítimo global de mercancías, superando la pérdida de aproximadamente 1500 millones de dólares sufrida por el siniestro del Costa Concordia en 2012, o el derrame de petróleo del Exxon Valdez en 1989 con al menos 780 millones de dólares de las pérdidas. Si bien las pérdidas podrían oscilar entre 2000 y 4000 millones de dólares, la pérdida asegurada final dependerá de la duración del bloqueo del puerto y la naturaleza de la cobertura de interrupción del negocio. Las interrupciones en el tráfico portuario persistirán durante meses mientras se retiran los escombros del puente y se construye uno nuevo.

 

Así, la sindicación del programa de reaseguro conduce a una participación limitada en las pérdidas brutas de los reaseguradores individuales. Asimismo, se entiende que la cobertura de seguro en el puente está fuertemente reasegurada y las pérdidas probablemente estarán sujetas a subrogación por parte de las partes responsables. La explosión de Beirut en agosto de 2020, con pérdidas aseguradas de 3000 millones de dólares, fue neutral desde el punto de vista crediticio para las grandes reaseguradoras europeas. La mayoría de los pagos de seguros debido al terremoto de febrero de 2023 en Turquía y Siria corrieron en última instancia a cargo de reaseguradoras globales, con pérdidas asegurables estimadas en 5500 millones de dólares y sin efecto en el crédito o las calificaciones. Las pérdidas de cientos de millones de euros derivadas del bloqueo del Canal de Suez en marzo de 2021 y la consiguiente interrupción del transporte marítimo global redujeron las ganancias de las reaseguradoras globales, pero no afectaron sus perfiles crediticios.

 

De hecho, las empresas vinculadas al portacontenedores Dalí, buscan protección en lo que respecta a responsabilidad, tal como lo propone una oscura ley del siglo XIX que podría limitar drásticamente ese pago; cuando el Titanic naufragó en 1912, el propietario de este, Joseph Bruce Ismay, pudo utilizar una ley de 1851 llamada Ley de Limitación de Responsabilidad para limitar la cantidad de dinero que se veía obligado a pagar. La premisa detrás de la Ley de Limitación de Responsabilidad es hacer que sea más alentador para la industria naviera y la industria de construcción naval construir buques estadounidenses y no tener que asumir toda la responsabilidad si no presentan negligencia, descuidos, omisión o culpa al respecto.

 

El propietario del buque portacontenedores Dalí, tuvo seis meses para presentar la solicitud; le llevó seis días en presentarla. De acuerdo con el documento presentado, Synergy Marine Group busca que un tribunal la exonere o limite su responsabilidad tras el colapso del puente Francis Scott Key, proponiendo que el pago se limite a 43,67 millones de dólares, lo que representa el valor sólido del buque, más fletes pendientes, menos costos de reparación y salvamento. El documento judicial enumera el valor sólido del buque en el momento del viaje como no superior a 90 millones de dólares. Los peticionarios están restando del valor los costos de reparación que actualmente se estiman en al menos $28 millones de dólares y los costos de salvamento que actualmente se estiman en al menos 19,5 millones de dólares. Si un juez está de acuerdo, limitaría la responsabilidad del propietario. Entonces, en lugar de tener que pagar cientos de millones de dólares a las víctimas, a las familias de las víctimas y al gobierno Estatal y Federal, Synergy Marine Group tendría que pagar un máximo de 44 millones de dólares en total.

 

En general, el siniestro ocasionado por el buque portacontenedores Dalí, al colisionar contra una de las columnas de soporte del puente Francis Scott Key, a la entrada al Puerto de Baltimore, afectará las líneas de negocio de responsabilidad marítima y casco, propiedad, carga e interrupción de negocio. La reclamación probablemente involucrará a varias aseguradoras, reaseguradoras, subrogaciones y cuestiones legales y servirá para aumentar los crecientes desafíos en la disponibilidad de reaseguros. Acontecimientos multimillonarios imprevistos a más largo plazo, derivados de actos naturales o provocados por los seres humanos, que influyen en el deseo de las aseguradoras y en su voluntad de proporcionar capacidad de suscripción de seguro ante todo riesgo, lo que fomentará la continuación de las tendencias positivas de precios, impactando de manera positiva el fortalecimiento del mundo de los seguros, y en particular, el mercado del seguro marítimo.

Cibergrafía

 CNBC, March 26, 2024, Major Baltimore bridge collapses after container ship collision, 6 presumed dead, https://www.cnbc.com/2024/03/26/major-bridge-in-baltimore-collapses-into-river-police-say.html

Hailey RossTom Jacobs & RJ Dumaual, Mar 26, 2024, Reinsurers, Marine Market to Bear Brunt of Baltimore Bridge Collapse, https://www.spglobal.com/marketintelligence/en/news-insights/blog/baird-research-is-now-exclusively-available-in-sp-global-s-aftermarket-research-collection

DBRS, Mar 27, 2024, Morningstar, Baltimore Bridge’s Losses Within Absorption Capacity of the Insurance Industry but Will Add Pressure to the Marine Market, , https://dbrs.morningstar.com/research/430209/baltimore-bridges-losses-within-absorption-capacity-of-the-insurance-industry-but-will-add-pressure-to-the-marine-market

The Economic Times, Mar 28, 2024,  Insurers Could Face Losses of Up To $4 Billion After Baltimore Bridge Tragedy, https://economictimes.indiatimes.com/news/international/business/insurers-could-face-losses-of-up-to-4-billion-after-baltimore-bridge-tragedy/articleshow/108840646.cms?from=mdr

Jarin Noshin, March 28, 2024, Baltimore Bridge Collapse Leads to Projected Record-Breaking Insurance Loss, IBTimes, https://www.ibtimes.com/baltimore-bridge-collapse-leads-projected-record-breaking-insurance-loss-3728387

Jerry Theodorou, March 29, 2024, Who’ll Pay for the Baltimore Bridge Crash? It’s Complicated. https://www.rstreet.org/commentary/wholl-pay-for-the-baltimore-bridge-crash-its-complicated/

Tolly Taylor, March 29, 2024, 19th-Century Law Could Drastically Limit Bridge Collapse Payout https://www.wbaltv.com/article/bridge-collapse-payout-19th-century-law-titanic-baltimore/60333900